martes, 13 de noviembre de 2007

¿¿¿De que vas a vivir??? Valores en la época postmoderna

Pensado esta última reflexión, de tantos temas que hemos aprendido, al final con la lectura de Ángel Pérez Gómez, nos damos cuenta que es importante, diversificar nuestros valores, pero no reducirlos a un valor de cambio, ya que sería fatal. Recuerdo lo que me dice mi tío... "está bien... quieres ser músico... ok... pero... ¿de qué vas a vivir?". Este es el mundo el cual vivimos, queremos ser nosotros pero también tememos un hacer y nos lleva a un tener... ¿por donde nos vamos... ?

A mi parecer, el hecho de que estamos inmersos en un mundo en el cual todo se mueve en base al dinero, o al valor de uso de nuestras capacidades, esto me lleva a preocupar. Estamos en una crisis interna de nuestros valores, ya tenemos relativizado lo bueno y lo malo, y nuestro sistema de vida impuesto, nos hace pensar que si nuestros valores son realmente negativos o positivos. Pensemos un poco, y veamos el medio de la globalización más que un sistema económico y de información, sino como una forma impositiva de cultura en el cual los medios de comunicación han hecho de forma inconsciente, una transformación en el cual se ha hecho omnipresente en el mundo occidental. El sentido de quitar la concepción del valor original a los conceptos, y dejarlo como medio de instrumento de los objetivos de una comunidad evolucionada en el mundo occidental, hace que todo lo veamos como mercancía. Nuestras formas de ser, nuestros pensamientos e ideas son comercializables, por lo tanto perdimos sentido y objeto. La controversia y la discusión, pierden significado, ya que todo se puede reconciliar, si no hay un choque de intereses comerciales. Podemos reflexionar como queramos pero no luchar contra un sistema totalitario como es el neoliberalismo. A esto, como lo dice Vattimo, el pensamiento débil, donde todo se tolera, se lleva a la pluralidad y a la relatividad extrema, sin que haya un debate transparente y un buen argumento. Esto lleva a las personas a un angustia de contradicción, ya que se desea ser auténtico pero también no quememos perder los beneficios para vivir dentro del sistema, es una paradoja. El hecho de la individualización y que no reconozcamos la jerarquía, ya que cada uno se va por su lado, nos lleva a la autonomía, dejando de lado los prototipos de institucionalización política y moral, enajenándonos de una estructura que ya está en declive, así como lo dice Gil Calvo, es el mercado la necesidad social y el valor de utilidad que tiene cada uno, lo cual es el germen de la individualización. Nos acomodamos a la oferta, y nuestra autonomía se doblega al sistema de la oferta y de la demanda, podemos tener una forma de pensar pero no podemos ponerlo como alternativa si afecta al modo económico, o sea podemos romper las barreras de la moral y lo político, con tal que no perjudique lo económico. Ahora, podemos elaborar formas de pensamiento, pero lamentablemente la iniciativa de la búsqueda de a información, se ha aletargado, ya que todos los contenidos están al alcance de las personas, de forma muy expedita, pero solo para quienes pueden tenerla a su alcance. o sea que la distribución es desigual, ya que el factor económico es el determinante del acceso; pero lo más grave es que la capacidad de interpretación, ya que hay un saturamiento es tal que impide la estructuración de la reflexión, y por ende es un modo de exclusión y de discriminación, para quienes no manejen la información. Ahora este manejo de información, dentro de la cientificidad, nos indica un status dentro de la sociedad, esto ha llevado dos polarizaciones frente a los individuos, es que el conocimiento científico a llevado a avances que han preocupado al mundo, llevándolos a la incertidumbre del futuro y por otro lado este mismo conocimiento lleva a las personas a un mejor estado de bienestar, conforme a los que requiere el mercado.
Otra paradoja.

Realmente es difícil, llevar dentro del plan educativo, esta contradicción, el hecho de respetar valores colectivos y la realización personal, sin llevar al extremo el individualismo material….

El individualismo nos aísla, pero el conformismo nos lleva a relacionarnos dentro de una competencia, somos y tenemos, y según lo qué tenemos somos, conforma a la transformación impuesta por los medios de masas. por lo tanto debes ser eficiente y rápido y no pensar, ya que pierdes tiempo, debes producir de forma eficaz, hay que dejar de lado la espiritualidad, ya que no concuerdan.


El pensar es útil, pero te hace perder el tiempo.

Esto me suena a currículum por competencias, aprender tus potencialidades, saber en qué usarlos y luego produce.... no importa la calidad... sino que el resultado, con beneficios a corto plazo. Pero la calidad como lo dice Pérez Gómez no es solo economía y eficacia, sino que debe haber ética y valores de filantropía, ya que los fines no justifican los medios, por lo tanto los métodos de enseñanza deben ser cargados de valores, activando los procesos individuales pero también los colectivos.

Gracia por todo... lo aprendido.

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